La aventura de ser maestro
Con el paso de los años vamos aprendiendo la importancia del papel que desempeñamos ante nuestros alumnos, es como tener una barra de plastilina en nuestras manos que podemos moldear y obtener el mejor de los resultados, también es verdad que al inicio se cometen muchos errores que con el paso del tiempo se van tratando de corregir, no basta con que se domine al 100% la materia, sino que el maestro debe enlazar lo que piensa y siente el alumno, es decir dar una educación integral, qué es lo que se quiere que el alumno aprenda, que conocimientos, vivencias, emociones, experiencias etc. trae de su entorno familiar, comunitario o del mundo que lo rodea referente al tema que se va a abordar, despertando la curiosidad del alumno y creando una ambiente propicio para la investigación, enriqueciendo las relaciones humanas no solo entre compañeros sino también con el profesor.
También creía que si llegaba el primer día de clases imponiendo mi autoridad iba a obtener respeto pero con el paso del tiempo me di cuenta que no es así, por lo que es mejor realizar convenios con el alumno referentes a la forma de trabajar.
El hecho de dar la misma materia durante varios semestres nos puede llevar a actuar de manera robotizada, debemos tener la idea de mejorar el aprendizaje de los alumnos utilizando nuevas formas de enseñanza, ya no utilizar el sistema tradicional donde uno era el que hablaba y el alumno solo escuchaba, hay que utilizar nuevos caminos para enseñarlo a pensar y sentir, que encuentre la libertad de expresarse abiertamente y que exista un buena comunicación entre todos.
Debemos involucrarnos mas de cerca con los alumnos ganarnos su confianza, conocer sus ideas, inquietudes, problemas personales o familiares que les aquejan, saber dar un consejo o una palabra de aliento en el momento preciso, ser un verdadero profesor.
Esta función la hacemos con mucho gusto aunque no tenemos los conocimientos de psicología requeridos para desempeñar mejor este papel.
Con el paso de los años vamos aprendiendo la importancia del papel que desempeñamos ante nuestros alumnos, es como tener una barra de plastilina en nuestras manos que podemos moldear y obtener el mejor de los resultados, también es verdad que al inicio se cometen muchos errores que con el paso del tiempo se van tratando de corregir, no basta con que se domine al 100% la materia, sino que el maestro debe enlazar lo que piensa y siente el alumno, es decir dar una educación integral, qué es lo que se quiere que el alumno aprenda, que conocimientos, vivencias, emociones, experiencias etc. trae de su entorno familiar, comunitario o del mundo que lo rodea referente al tema que se va a abordar, despertando la curiosidad del alumno y creando una ambiente propicio para la investigación, enriqueciendo las relaciones humanas no solo entre compañeros sino también con el profesor.
También creía que si llegaba el primer día de clases imponiendo mi autoridad iba a obtener respeto pero con el paso del tiempo me di cuenta que no es así, por lo que es mejor realizar convenios con el alumno referentes a la forma de trabajar.
El hecho de dar la misma materia durante varios semestres nos puede llevar a actuar de manera robotizada, debemos tener la idea de mejorar el aprendizaje de los alumnos utilizando nuevas formas de enseñanza, ya no utilizar el sistema tradicional donde uno era el que hablaba y el alumno solo escuchaba, hay que utilizar nuevos caminos para enseñarlo a pensar y sentir, que encuentre la libertad de expresarse abiertamente y que exista un buena comunicación entre todos.
Debemos involucrarnos mas de cerca con los alumnos ganarnos su confianza, conocer sus ideas, inquietudes, problemas personales o familiares que les aquejan, saber dar un consejo o una palabra de aliento en el momento preciso, ser un verdadero profesor.
Esta función la hacemos con mucho gusto aunque no tenemos los conocimientos de psicología requeridos para desempeñar mejor este papel.
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